Septiembre 24, 2019 | Ruba Residencial,
“Podremos no tener celular, ni carro ni buena ropa; pero el que no poseamos un sitio dónde guarecernos o dónde vivir es indispensable en absoluto. Sólo después del alimento y del agua, no hay otro satisfactor tan básico como la casa. La vivienda es nuestro refugio, el origen y el retorno de nuestra familia”
Hemos vivido en casas prestadas o en casas rentadas, pero qué mejor si nos desarrollamos en nuestra casa propia.
Salvo que tengamos una fortuna heredada y hayamos nacido en una familia acaudalada o nos hayamos sacado el premio mayor de la lotería, todos como trabajadores –y más si pensamos casarnos o nos acabamos de casar para fundar una familia— tenemos en algún momento la necesidad de comprar casa nueva o usada.
La casa es, sin duda alguna, el principal, el más grande, el fundamental patrimonio de todo individuo o de toda familia. Podremos no tener carro, ni celular ni buena ropa, pero sin casa no podremos realizarnos. La vivienda es, sólo después del sustento alimenticio, la condición indispensable para la sobrevivencia. Y si se trata de casa propia, qué mejor.
Ante esa necesidad existen instituciones –tanto públicas: Infonavit, Fovissste o Issfam (Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas de México); como privadas: bancos o sociedades financieras– que nos pueden brindar crédito y planes de financiamiento. Incluso si eres pensionado, puedes ejercer tu crédito.
En la página oficial de Infonavit (“portal.infonavit.org.mx”) puedes hallar todo tipo de orientación para que solicites tu financiamiento.
Así, entre los Consejos Básicos que Infonavit proporciona te comparto este extracto de los principales puntos:
° Cuando elijas tu vivienda, ya sea en fraccionamientos o como unidad sola, considera que no sea grande de más, ni excesivamente pequeña para tu familia, que esté cerca de tu trabajo o de tu familia, que tenga todos los servicios básicos, escuelas cercanas, rutas de transporte, espacios verdes, calidad de la vivienda.
° Sobre todo, que puedas pagarla con relativa holgura.
° Tampoco debes comprar a ciegas. Revisa bien maquetas, folletos, publicidad y condiciones legales que te ofrezcan las desarrolladoras y la institución que te habría de financiar. Visita la casa que te gusta. Infórmate acerca del prestigio de las desarrolladoras. Infonavit maneja su índice de Satisfacción al Acreditado (ISA), que se basa en quejas o aceptación de cuentahabientes en un determinado fraccionamiento, y que te será de mucha utilidad para darte una idea de qué tan buena es una desarrolladora y qué tan bueno es un desarrollo. Y qué tan buena puede ser tu casa.
° Además de todo lo que puedas consultar en Internet y en visitas a un desarrollo determinado, infórmate en oficinas de las desarrolladoras los tipos de vivienda que manejan, los rumbos de los desarrollos y las ventajas financieras que te ofrecen.
° Hay algunas vivienderas que cuentan con personal muy capacitado y certificado, que con seguridad te habrán de proporcionar todo género de información al respecto de tus posibilidades en mensualidades, enganche, subcuenta de Afore y lo más conveniente de los programas del instituto, ya sea en segundo crédito, crédito conyugal, o Cofinavit, o con Fovissste, o si te conviene más por banco.
Así que no lo dudes: decídete a tener casa propia. Depende de ti que teniendo recursos no sepas cómo usarlos, o que de plano los llegues a perder por no conocer tus derechos.
Propóntelo: un determinado día de éstos acude a las oficinas de venta de la desarrolladora que construye el fraccionamiento que siempre te ha gustado; o bien, preséntate en Infonavit, o Fovissste o Issfam, según sea tu trabajo, o en el banco o sociedad financiera de confianza.
Es mejor ir personalmente para que aclares dudas.
Alfredo Rivera
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